El raspaje gingival (raspaje y curetaje) es un tratamiento que sirve para eliminar el sarro que se deposita entre la encía y el diente. Este sarro, producido por una mala higiene bucal, se va acumulando en la superficie del diente. Si no se elimina, mediante una limpieza con ultrasonidos en la clínica, va aumentando de volumen y va introduciéndose bajo la encía. Es un sarro más oscuro que el que se ve sobre la superficie dental, que es blanco-amarillento, y va destruyendo poco a poco el hueso que sujeta el diente.
¿Que síntomas nos pueden avisar?
En primer lugar, el síntoma mas característico es que la encía sangra, ya que el sarro produce una irritación constante de la encía que rodea al diente, inflamándola localmente. En segundo lugar, el sarro va destruyendo lentamente el hueso que sujeta los dientes y muelas, esto va a producir movilidad en todos los dientes afectados.
Con el raspaje, eliminamos el sarro profundo y saneamos la encía,de manera que el diente por un lado deja de sangrar y por otro, se sujeta de una manera más firme.
¿Qué puede ocurrir si no eliminamos este sarro profundo?
La evolución natural será la de ir perdiendo hueso alrededor de las piezas. Es lo que se llama enfermedad periodontal (mal llamada, «piorrea») y ya tendremos un problema más difícil de tratar, con una irritación continua de las encías (gingivitis crónica), movilidades de dientes y muelas progresivamente más acusadas y flemones en distintas zonas de la boca (abscesos periodontales).
Importante: No debemos fiarnos esperando tener dolor en este tipo de problema (enfermedad periodontal) ya que en todo caso podría aparecer al masticar pero ya en fases tan avanzadas que el tratamiento sería prácticamente inútil. Para evitar todos los problemas derivados de un acumulo excesivo de sarro, recomendamos el mantenimiento con un correcto cepillado, una revisión de su boca y una limpieza en clínica por lo menos una vez al año.